Herramientas para una crianza positiva: Creando un espacio libre y seguro para las niñas y niños

La Fundación Baltazar y Nicolás, a través de su programa de Acompañamiento a Familias CIB, comparte algunas herramientas esenciales para madres y padres, con el objetivo de fomentar una crianza positiva para crear un espacio libre y seguro para niñas y niños menores de 3 años.

¿Qué es la crianza positiva?

Implica establecer límites con respeto y sin violencia, recordemos que la crianza positiva no significa ser permisivos o tolerantes con todo lo que haga el niño. Es importante enseñar mediante el ejemplo, considerando que los niños ven nuestras acciones y escuchan lo que decimos, tomando esto como referencia para expresarse. 

La crianza positiva, exige tener una comunicación clara y sin gritos, planteando acuerdos y procurar que los niños entiendan, es decir exige explicarles de manera sencilla lo que pasa a su alrededor estableciendo los límites respectivos en sus actividades, precisando que si alguno de estos no se respeta, deben conocer las consecuencias.

La crianza positiva nos exige como madres y padres a predicar con el ejemplo, para ello es necesario:

• Ser breves y comunicarnos de manera clara: Si tu niño está jugando, pero es hora de tomar un baño, se le debe decir: “Entiendo que quieres jugar, pero es hora de bañarte. Después de bañarte y vestirte con tu ropita, podrás volver a jugar.”
• Observar y escuchar lo que la niña o niño quiere decir: En ocasiones los niños no comunican con palabras lo que sienten, sino que lo manifiestan en sus acciones y expresiones. Comprender esto los hace sentir escuchados, comprendidos, amados y respetados.
• Recordar que cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento y desarrollo: No compares el desarrollo de tus hijos con otros o con tus hijos mayores. Cada niño logra hacer las cosas a su tiempo. Respeta sus tiempos, mira sus logros y celébralos. Ante alguna duda o preocupación por su desarrollo, busca la ayuda de especialistas y consulta su Control de Crecimiento y Desarrollo (CRED).
• Anticipar y preparar a los niños para los cambios: Si implementas algo en su rutina, recuerda que no es un cambio que se logre en el primer día. Esto tomará tiempo, por lo que debes establecer acuerdos, organizar y planificar las actividades. También es importante darse un espacio para compartir con los niños. 

Camila Rodriguez, acompañante del programa de Acompañamiento a Familias CIB de la Fundación Baltazar y Nicolás, señala que “debemos tener presente que cada niño y niña es diferente, el desarrollo de todos es diferente; algunos niños son más activos, otros no tanto. Lo importante es responder de manera oportuna y adecuada a sus necesidades.” 

La infancia es una etapa corta en la vida, y brindar tiempo y paciencia es esencial para un desarrollo saludable.

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