Señales de alerta de los niños durante el verano

Con la llegada del verano, es importante que los padres estén atentos a las señales de alerta que puedan manifestar sus hijas e hijos. El cambio de rutina, el aumento de actividades al aire libre y otros factores propios de esta temporada, pueden influir en el bienestar y la seguridad de los más pequeños. 

En ese sentido, Paola López, Educadora y Coordinadora Operativa del programa de acompañamiento a familias CIB de la Fundación Baltazar y Nicolás, destaca la importancia de estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento, “es fundamental observar cualquier cambio, así como estar preparados para prevenir y responder a posibles emergencias relacionadas con el calor, el agua y otras situaciones típicas de esta temporada”, asimismo, nos comparte algunas señales a tener en cuenta:

Deshidratación y golpes de calor: Con el calor intenso del verano, los niños son más propensos a deshidratarse o sufrir golpes de calor. Presta atención a signos como la sed extrema, la piel enrojecida y caliente, mareos, debilidad o confusión. Asegúrate de que los niños beban suficiente agua, se mantengan frescos y eviten la exposición excesiva al sol durante las horas más calurosas del día.

Quemaduras solares: La exposición prolongada al sol – sin protección – puede causar quemaduras solares dolorosas e incluso daño a largo plazo en la piel. Observa si los niños tienen la piel enrojecida, inflamada o ampollada después de un día al aire libre. Es fundamental aplicar protector solar regularmente y proporcionar sombra adecuada, especialmente a los niños más pequeños.

Lesiones por juegos: El aumento de actividades al aire libre puede aumentar el riesgo de lesiones relacionadas con el deporte o el juego. Observa si los niños cojean, se quejan de dolor o muestran señales de lesiones físicas después de participar en actividades deportivas o juegos activos. Fomenta el uso de equipo de protección adecuado y supervisa las actividades para prevenir lesiones.

Cambios en el comportamiento y el estado de ánimo: El cambio de rutina puede afectar el bienestar emocional de los niños. Presta atención a cualquier cambio significativo en el comportamiento o el estado de ánimo, como irritabilidad, tristeza inexplicable, cambios en los hábitos alimenticios o dificultades para dormir. Mantén abiertas las líneas de comunicación con los niños y ofréceles apoyo emocional según sea necesario.

Es importante estar atento a estas señales de alerta durante el verano puede ayudar a garantizar la seguridad y el bienestar de los niños mientras disfrutan de esta temporada. La prevención, la supervisión adecuada y la respuesta rápida a cualquier problema, son clave para mantener a los niños seguros y saludables durante estos meses.