¿Es seguro que una madre con coronavirus amamante a su bebé?

Organismos y asociaciones internacionales han dado a conocer el protocolo que deben seguir las mamás que tengan la enfermedad.

La transmisión del Covid-19 ocurre principalmente de persona a persona, a través del contacto con gotas del tracto respiratorio. Aunque los estudios actuales son limitados, no se ha identificado el virus en la leche materna. En esta medida, organismos como Unicef, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y la Asociación para la Promoción e Investigación de la Lactancia Materna, en España, han coincidido en que la separación de la madre y el recién nacido debe evitarse en la medida de lo posible.

Contrario a lo que muchos podrían pensar, se debe facilitar y mantener la lactancia materna directamente en el pecho, ya que, a pesar de que aún no se puede asegurar que la leche materna tiene un efecto protector, sus conocidos efectos inmunitarios lo hacen probable. Además, esta leche tiene un impacto positivo muy importante en la salud de los niños y sus madres, contrario a lo que puede ocurrir con la leche artificial.

Por otra parte, los especialistas han mencionado la necesidad que tiene el recién nacido del contacto estrecho con sus cuidadores inmediatos. La separación de la madre puede tener efectos negativos sobre el vínculo, que tiene gran relevancia a medio y largo plazo, de acuerdo con la Asociación Española de Lactancia Materna (AELAMA).

Según esto, la separación rutinaria de la mamá enferma conlleva más riesgos que beneficios.

Lo que sí advierten los expertos, es que se deben tomar medidas para evitar el contagio. La madre debe lavarse las manos de manera exhaustiva, varias veces al día, y debe usar tapabocas. También es importante que los hogares se mantengan limpios, hay que desinfectar constantemente las superficies que puedan estar contaminadas.

Si una madre está muy enferma y no tiene ánimos ni fuerzas, es recomendable que se extraiga la leche para dársela al bebé en una taza o con una cuchara limpia, siguiendo en todo momento las mismas medidas de prevención de la infección. Esto no solo ayudará a fortalecer el sistema inmunológico del niño, sino a que la madre mantenga la producción de leche y, a la vez, prevenga una mastitis.

Aunque casi la totalidad de las entidades internacionales coinciden en que la separación se debería evitar, un protocolo publicado en The Lancet recomienda la separación durante 14 días, así como no darle leche materna al bebé.

Fuente: Es Espectador