Salud mental de los padres de bebés prematuros: Una prioridad en la atención prenatal

Las complicaciones por la prematuridad representan la principal causa de mortalidad en el periodo neonatal, afectando a alrededor de 1,2 millones de nacimientos prematuros en la región de las Américas. Los bebés prematuros requieren de atención especializada y cuidados para asegurar su cuidado, crecimiento y desarrollo saludable. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 3,4 millones de niños son prematuros al año, lo que equivale a más de 1 de cada 10 nacimientos. Se considera un bebé prematuro aquellos nacidos antes de completar las 37 semanas de embarazo. Para entender mejor la prematuridad se debe conocer las subcategorías, basadas en la edad gestacional, las cuales son: 

• Prematuro extremo: Menos de 28 semanas.
• Muy prematuro: De 28 a 32 semanas.
• Prematuro entre moderado y tardío: De 32 a 37 semanas.

Los bebés pueden nacer de manera prematura por un adelanto involuntario del parto o por indicación médica a causa de alguna enfermedad u otra complicación del embarazo. A nivel mundial, la prematuridad es una de las razones de defunción en los niños menores de 5 años. 

¿Cómo se ve afectada la salud mental de los padres? 

La llegada de un bebé prematuro significa un cambio en la vida y expectativas de los padres, generando ansiedad, dudas y algunos miedos, debido a que tienen que cambiar su visión de un parto y llegada de un niño ideal. 

Algunos estudios han demostrado que el nacimiento de un bebé prematuro impacta negativamente en la salud mental de ambos progenitores, especialmente en las madres. Al ver a sus hijos en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) les genera incertidumbre por el bienestar de sus bebés, habiendo ocasiones en las que deben ver otros problemas familiares por tener otros niños a cargo, económicos y laborales. 

“Ante esta situación, resulta muy importante tener procesos exhaustivos de acompañamiento y seguimiento a todas las mujeres gestantes del país, de manera que reciban una atención prenatal de calidad que permita identificar problemas de salud y/o de prematuridad a tiempo. Por otro lado, también es importante asegurar una atención de calidad a las y los bebés prematuros, fortaleciendo prácticas efectivas como el contacto piel a piel, la lactancia materna y el acompañamiento a las madres para afrontar la tarea de la maternidad””, asegura Diego Portillo, psicólogo miembro de Copera Infancia y coordinador del Programa Mis Primeros Tres de la Fundación Baltazar y Nicolás.

Desde Copera Infancia y la Fundación Baltazar y Nicolás, instamos a los profesionales de la salud, instituciones médicas y la sociedad civil a reconocer la importancia de la salud mental de los padres durante el cuidado prenatal, desarrollando estrategias y prácticas que les permitan apoyar emocionalmente a los padres.

Conoce las recomendaciones de la OMS para el nacimiento de niños prematuros, haciendo clic aquí.